miércoles, 7 de enero de 2009

El gato que miraba por la ventana



Como cada mañana la preciosa gata Turquesa se levantaba para estirar sus largas patitas y afilar sus preciosas uñas.
Cuando habia estirado bien sus extremidades se volvia como gacela al nido,su nido.
Una impresora colocada justo debajo de una ventana.Y cuando no tenia nada que hacer,se pasaba horas y horas mirando a la ventana.Quien sabe si miraba a los pájaros,queria cazarlos,o quien sabe si lo único que hacia era mirar al horizonte,y volvia a descansar a su impresora amiga.Con la dueña se llevaba bien,lo único malo era que no le gustaba dormir en su cama,la dueña se movia mucho y no le gustaba tanto balanceo,preferia su impresora.
Todos los días hacia la misma rutina.Despúes de haber descansado y estirado las patas se quedaba intacta en su ventana.
Quien sabe que pensaría esa gata al ver ese horizonte tras su ventana.....

6 comentarios:

robus dijo...

La verdad que yo también a veces me sorprendo de actos que hacen los animales. Son muy curiosos a veces.

Mi texto es que cmo siempre pongo el mundo tal y como es y sólo recibo, aparte de pocas visitas xD, críticas. Voy a ver si dándo lo que se quiere leer hago algo: de momento 1 comentario xD

Mara dijo...

Qué intriga... ¿Qué pensaría la gatita? La foto es tuya???
Besos bonita!!!

Lauri dijo...

Me la estoy imaginando... ¿qué pasará por su cabecilla?
¡Feliz año, pequeña...!

Víctor L. Gómez dijo...

Y he sido testido de los besos que le dabas tu gatita....

Gracias por acercarte a la expo!

Concha Pelayo/ AICA (de la Asociación Internacional de Críticos de Arte) dijo...

Lo mismo digo: Encantada de haberte conocido en la Galería 36.

A propósito de gatitos. Tengo una gata que atiende por Venus. ¿Podrás creer que es el ser que más me quiere?. Siempre está a mi lado, junto a mi teclado cuando escribo, cuando me tumbo en el sofá inmediatamente se coloca sobre mi pecho y empieza a ronronear, cuando me voy a la cama viene conmigo y duerme al lado de mi cabeza, más bien al lado de mi cara porque si me doy la vuelta, ella también la da para poder verme. En fin...un primor. He asistido a sus seis partos haciendo de partera. Así, como lo lees. Tengo que estar presente mientras va pariendo, uno a uno todos sus gatitos.a veces siete)Cuando esto ha ocurrido he de estar allí prsente, ni me permite ir a al lavabo pues va detrás de mi aunque esté la cabeza de uno de los gatitos saliendo. Por tanto, doy fe, he asistido a los partos de mi gata y puedo asigurar que son largos, como los de cualquier mujer. Eso sí, ni un quejido, ni un gemido, ni nada. A veces, vuela una mosca (por el olor) y pariendo y todo se lanza a cazarla con la boca.

Podría contarte más cosas sobre mi gatita pero ra escribí y publiqué un relato sobre ella en uno de mis libros.

Repito, encntada de haberte conocido y mucha suerte con tu carrera y me alegra que tengas gusto por el arte y sensibilidad.
Un abrazo.

Concha Pelayo/ AICA (de la Asociación Internacional de Críticos de Arte) dijo...

Mara, vuelve a mi blog. Le dedico un post a Víctor.
Besos.